El Museo Efímero para la Reconciliación fue implementado en su segunda experiencia en los Altos de Cazucá, barrio periférico de la ciudad de Bogotá y en condición de vulnerabilidad, en agosto y septiembre 2016, en colaboración con la universidad colombiana EAN y la investigadora húngara Kinga Szemessy de la universidad de las artes del teatro y del cinema de Budapest. Un grupo de alrededor 40 niños entre los 3 y 12 años participó en el proyecto.

La metodología utilizada integra un trabajo acerca de la corporalidad y el movimiento con las artes plásticas y manuales, desde una perspectiva lúdica y de exploración sensorial, para abordar los diferentes aspectos y formas del conflicto y de la reconciliación. El proyecto culminó con un encuentro con otros miembros de la comunidad, como momento de compartir y experimentar juntos pequeñas acciones de transformación de la energía del conflicto en practicas de reconciliación y como invitación al cuidado del ser, del otro y del entorno en cual vivimos.